Costa Rica.- Además de las impresionantes playas, la Isla del Coco, pequeño territorio de origen volcánico en el litoral del Pacífico, antiguo refugio de piratas, es altamente apreciada por la belleza de sus fondos marinos y su biodiversidad: quienes gustan del buceo pueden practicarlo allí y observar especies como el tiburón martillo y el de aleta blanca, el atún, el pez loro y las rayas, entre otras muchas.
De acuerdo con un artículo publicado por el diario La República, la isla, situada a unos 480 km. al suroeste de la península de Osa, ocupa el octavo puesto de una lista de maravillas naturales elaborada por el fotógrafo buzo de origen español Manú San Félix, experto en tiburones.
Por su tamaño, aislamiento, biodiversidad y estado de conservación, la isla, convertida en 1978 en parque nacional, constituye uno de los sitios naturales más conservados a escala mundial y, según los biólogos, puede ser catalogada como un laboratorio natural ideal para realizar investigaciones sobre la evolución de las especies y el monitoreo del ambiente a largo plazo.
Dentro de los resultados de los estudios se ha logrado identificar 97 especies de aves, de las cuales tres son autóctonas, así como también dos especies únicas de islas de reptiles. El endemismo llega al 20% en los insectos.
El primer lugar de la lista de San Félix lo ocupa Las Bahamas, seguida del Mar Rojo, la Polinesia Francesa, el archipiélago de las Maldivas, la Isla de Guadalupe, la Isla de Man (Irlanda) y el sur de África.
La isla del Coco fue declarada en 1997 Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco, y en 2008 fue finalista en el concurso las "Siete maravillas naturales del mundo", evento internacional organizado por la Fundación New Seven Wonders of the World.