El tráfico de personas y la migración es una inocultable realidad en este mundo globalizado en que vivimos. No menos cierto es que la prostitución internacional y -¿por qué no?- la esclavitud que aún hace de las suyas en algunos lugares del planeta, se nutre y se alimenta del tráfico humano.
Basándose en esa situación, el Departamento de Estado de los Estados Unidos elaboró “El informe sobre Tráfico de Personas 2010”, que estudia la situación de 177 países, y paradójicamente, por primera vez incluyó a los propios Estados Unidos en la investigación, para intentar medirlo con el mismo rasero con que se examinan a los demás países.
Según ese informe, la República Dominicana, Cuba, Birmania, Congo, Corea del Norte, Kuwait, Irán, Mauritania, Arabia Saudí, Papúa Nueva Guinea, Arabia Saudita, Sudán y Zimbabwe, son las naciones que obtuvieron la más baja calificación por sus esfuerzos contra el tráfico humano.
La República Dominicana, señala el reporte, es “un país fuente de tránsito y destino de hombres, mujeres y niños víctimas del tráfico de personas, especialmente para la prostitución y el trabajo forzado”.
Y agrega: "El gobierno de República Dominicana no cumple plenamente los estándares mínimos para la eliminación del tráfico y no está adoptando esfuerzos significativos para hacerlo", al tiempo que señala: “El gobierno no ha sentenciado a traficante alguno, incluyendo funcionarios posiblemente cómplices del tráfico, desde el 2007. Los resultados en las áreas de protección a las víctimas y prevención del tráfico también fueron limitados".
Por los resultados de este informe, además, el gobierno estadounidense podría suspender la asistencia económica a los 13 países que recibieron la peor calificación en su lucha contra el tráfico humano, y asimismo, podría oponerse a que estas naciones reciban ayuda de las instituciones financieras internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
No reconocer en lo más mínimo, la labor de las autoridades dominicanas en un tema tan sensible como el tráfico de personas, resulta una injusticia, a la que se han enfrentado funcionarios del gobierno como el canciller Carlos Morales Troncoso, que calificó al informe de “burocrático”, y aseveró que “no refleja la realidad de lo que se hace desde la República Dominicana.
También el director general de Migración, vicealmirante Sigfrido Pared Pérez, asegura que desde que él asumió el cargo “se han hecho esfuerzos extraordinarios” en este sentido e incluso llegó a sugerir que las informaciones no estuvieran actualizadas.
Pero la realidad es que RD aparece en el reporte del Departamento de Estado en la peor categoría, lo que amerita una revisión, o bien de la política del gobierno dominicano en cuanto a lo que tráfico de personas – que no es lo mismo que contrabando- se refiere, o bien de las fuentes de información – bastante imprecisas por cierto- de que se nutrieron las autoridades estadounidenses para elaborar el informe.