El presidente, doctor Leonel Fernández, debería dirigirse al país y, decir qué soluciones se pondrán en marcha para atajar la delincuencia e inseguridad que vive la nación. Como si fuera poco la barbarie en tierra quisqueyana, ahora están de moda los “linchamientos” de mano de ciudadanos(as).
No apoyo a los delincuentes. Pero lo que no podemos es asumir el papel de la policía y de la justicia. Ajustes de cuenta, sicarios, secuestros, y linchamientos públicos. Delincuencia e inseguridad en los cementerios, barrios, parques, transporte y vía pública. Ya no hay un lugar ni espacio físico donde pueda un o una ciudadana estar tranquila y sin sobresaltos…insisto que estamos ante un alto riesgo de Salud Mental, de que las y los dominicanos presentemos síntomas y signos de “Fobia Social y Ansiedad”.
Da igual el delito que haya cometido, nadie tiene el derecho de quitarle la vida a otro ser humano y, debe ser sancionado estos hechos ante la justicia y la sociedad. Está delimitado por las leyes de la naturaleza de que los hombres y mujeres nos diferenciamos de los animales por la inteligencia.
Linchar es una acción bárbara, superada ya por la humanidad y regresar a estos métodos primitivos entonces, estaríamos dando un paso regresivo en la escala de valores y en nuestra evolución como individuos.
Pero esta modalidad actual de tomar las leyes por sus manos-de ojo por ojo-las autoridades competentes como el Ministerio de Justicia, la Fiscalía , las fuerzas del orden público, las juntas de vecinos, el pueblo dominicano, los medios de comunicación, el Colegio de Abogados, los líderes, las Iglesias, las universidades, deberían referirse a este asunto. Ya que está ocurriendo más de lo debido y en plena luz del día, e incluso “exhiben a su presa” como en los tiempos del coliseo romano.
¿Cómo puede estar ocurriendo esto en un pueblo con una profunda fe cristiana que se afana en decir y proclamar que es creyente en Dios?
Wikipedia: “Un linchamiento es la ejecución sin proceso por parte de una multitud a un sospechoso ó a un reo. Normalmente es un acto que está fuera de la ley, y penado para proteger el orden público, ya que el Estado debe defender su monopolio de la fuerza. Se suele producir de forma espontánea por motivos sociológicos concretos, normalmente por la conmoción social de un delito concreto. Sin embargo, también puede producirse por motivos racistas, religiosos, políticos, etc., e incluso estar planificado con antelación”.
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