El debate inteligente, respetuoso y enriquecedor comenzó con la exposición de los argumentos fundamentados en los términos escritos de los diccionarios Larousse del 1999 y el “novedoso” de la Real Academia Española de 2010, tan actual para las novedades de la ciencia y tecnología, mientras en otras definiciones, reproducen los ancestrales esquemas sexistas discriminatorios y violentos.
Impresionantes resultan las valoraciones analizadas por profesionales de la docencia, participantes del 4to Encuentro Universitario de Liderazgo Docente, durante los diversos talleres celebrados, como Inteligencia y Disciplina; Pedagogía Participativa; Liderazgo Educativo o La Importancia de las Emociones; entre otros.
Precisamente con el tema Comunicación y Lenguaje en el proceso docente-educativo, se desarrolló este amplio análisis acerca de las definiciones de los diccionarios: mujer, hembra, como animal, no dama; en comparación con el hombre, varón; con madurez psíquica, paso anterior a racional, como se reconoce al hombre. Mujer como esposa y madre, y quien no reúna esos requisitos por estar soltera o no haber parido, sólo le resta ser parte animal femenina del género humano.
Más adelante, en la misma definición tanto del libro o en el diccionario online, a esa hembra se le reconoce la capacidad de prostituta o de mujer de letras, pues se eliminó la calificación peyorativa de mujer pública, y se expresa claramente para el hombre público, como bueno y ciudadano de honor.
Esas contradicciones se evidencian porque esta relación sexo-género de los seres humanos, se complementa, son diferentes no inferiores, sin comparaciones carentes de equidad. Nadie trata de sumar, dos frutas con similitudes y diferencias, como una manzana y un mango, porque todos los resultados serían fallidos. Al ocultar tal realidad se reclaman nuevas libertades de interpretación, para evitar que sean lamentablemente, reproducidas en la enseñanza.
Esas palabras apresadas en los textos escolares, diccionarios, y hasta en textos aprobados institucionalmente y muy bien ilustrados, admiten ese punto de vista excluyente, como proponer todavía, la llamada “generalización” otorgada por el plural o por el sustantivo hombre, en sustitución de persona o ser humano.
Esta aceptación limita la apertura a renovar el pensamiento, a
re-pensar otras interpretaciones de la realidad, enriqueciendo el proceso de conocimiento, trasladado y asentado en la historia, por la cultura masculina, que acumuló, acuñó y precisó conceptos desde su única visión ideológica, política, económica, religiosa, socialmente establecida.
Maestras y maestros, profesionales de la docencia, que dominan el secreto del lenguaje y hacen más eficaz su didáctica y otras dinámicas interactivas del conocimiento, hoy se colocan en primera trinchera para los cambios conceptuales y aportar los cimientos para crear la arquitectura de esas otras generaciones, como bien señaló el Dr. Martín López Calva de la Universidad de Puebla, durante su conferencia magistral: Docencia y Desarrollo Humano, en la apertura del 4to Encuentro Universitario.
La vida es objetiva, concreta, cambiante, rica en experiencias diversas. El lenguaje como órgano vivo en permanente movimiento cuenta con las palabras en libertad que reflejarán esos cambios. La docencia universitaria en aras de propiciar el surgimiento de esas capacidades, requiere imaginación y flexibilidad. El reto es imperioso e inaplazable.
*Maestra en Ciencias de la Comunicación
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