El pasado sábado murió el norteamericano Víctor Marcos Hernando Gracia en un centro médico del Distrito Nacional, por alegada ineficiencia y mafia del sistema de emergencia 911 en la capital.
El dominicano Julio César Peguero, amigo íntimo del norteamericano, contó este martes que el fallecido se comenzó a sentir mal de salud el pasado jueves, empeoró el sábado siguiente, y fue cuando decidieron llevarlo a un hospital.
Peguero explicó que llamó al sistema 911 y respondió un representante de la Cruz Roja, a quien hizo saber que tenía un paciente grave y que necesitaba una ambulancia, pero el operador le comunicó que no disponían de servicios ambulatorios.
Según Peguero, el operador de la Cruz Roja Dominicana, decide remitirlo al Servicio Privado de Emergencias Médicas (MOVIMED), y criticó a seguidas que lo hiciera sin antes consultarlo, ante la posibilidad de que no dispusiera de dinero.
“Cuando finalmente en MOVIMED levantan el teléfono, el operador me transfiere a otro número, dizque con un tal Wilkin. Este me promete que la ambulancia llegaría en 10 minutos, y se apareció faltando algo para una hora después”, sostuvo.
De acuerdo con Peguero, fue una sorpresa para él y las demás personas que buscaban ayudarle con Hernando Gracia, ver que la ambulancia que llegó al lugar pertenecía a la Cruz Roja, donde, precisamente, minutos antes, le habían dicho que no tenían servicios ambulatorios.
“Era una guagüita pequeña, como las que utilizan las empresas de telecable, sin equipos médicos, sin aire, y como si fuera poco, me estaba cobrando RD$2,000 por el servicio y tenía pintado el número telefónico del tal Wilkin”, manifestó Peguero.
Cuenta que por considerar que el costo era muy alto, para las condiciones de la guagüita, prefirió llamar al Servicio de Emergencias S.O.S, cuya ambulancia llegó cuatro minutos después, con los equipos médicos correspondientes y sus paramédicos.
Peguero precisó que Hernando Gracia murió tres minutos después de ser ingresado en un centro médico del Distrito Nacional, donde vía telefónica, sus parientes, desde Puerto Rico, le habían pedido que lo llevara.
Cuenta el amigo íntimo del norteamericano que la experiencia vivida no quedó ahí. Ya que una vez muere Hernando Gracia, sus familiares le autorizan que inicie el proceso de cremación del cadáver.
Dice que a seguidas acude a la Funeraria Blandino en busca de los requisitos para la cremación, y lo primero era ir al Departamento de Homicidio de la Policía para coordinar con el médico legista el levantamiento del cadáver.
Según Peguero, el encargado del Departamento de Homicidio de la Policía Nacional, que no identificó, le informó que el médico legista estaba lejos y que podía trasladarse al centro médico varias horas después.
Aún así, añadió Peguero, en Homicidio de la Policía Nacional le pidieron dinero, dizque para el combustible del médico legista, con quien se reunió a las 10:00 de la mañana del día siguiente (domingo).
A esa hora, una doctora del centro médico le comunica que el levantamiento del cadáver no podía efectuarse, porque alegadamente en el Instituto de Ciencias Forenses no tenía una ambulancia.
No conforme con la información que le había dado la doctora del centro médico, de que Patología Forense no tenía ambulancias, decidió llamar personalmente, y le comunicaron que disponían de dos de esos vehículos.
El hecho debe poner en alerta al ministro de Salud Pública, doctor Bautista Rojas Gómez; director del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL), José Rafael Vargas y al ministro de Turismo, Francisco Javier García.
También al jefe de la Policía Nacional, Rafael Guillermo Guzmán Fermín, al propio Instituto de Ciencias Forenses y a la población en sentido general.
