Jamaica.- Kingston, capital de este país y principal escenario de la reciente contienda que el gobierno local tuvo que librar contra el narcotráfico, comenzó a recuperar su condición de polo turístico después de la disminución de visitantes que sufrió durante los meses de mayo y junio.
Justo el mes pasado, el ministro de turismo jamaicano, Edmund Bartlett, reveló que la ocupación en los hoteles había descendido 50 por ciento desde que el ejército y la policía desalojaron al narcotraficante Christopher Coke de su baluarte en el distrito de Tívoli Gardens, provocando una especie de “batalla” abierta en sus calles.
La campaña desatada entonces entre las fuerzas del gobierno y las bandas armadas que controlaban el expendio de drogas, la prostitución y los juegos de azar ilegales en la capital jamaicana dejó más de 70 muertos, y por supuesto una muy mala imagen de la ciudad, abunda un despacho de Prensa Latina.
La misma fuente, basada en la presa local, añade que Bartlett admitió que la inquietud despertada por la situación ocasionó pérdidas por 300 millones de dólares, una suma imprescindible en las actuales circunstancias económicas del país, que tuvo que acudir al Fondo Monetario Internacional en busca de fondos ante la caída de otra de sus industrias básicas, la de extracción y procesamiento de aluminio.