Panamá.- "Un estudio reciente del PMA con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) determinó que la desnutrición crónica cuesta a Centroamérica y la República Dominicana US$6.000 millones al año. Para los niveles económicos de América Central es una cifra muy elevada".
Más de un millón y medio de niños menores de cinco años sufren actualmente desnutrición crónica en América Central, según cifras de la oficina regional del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
La cifra exacta es 1.643.806 niños menores de cinco años, informó hoy a Efe el director regional adjunto del PMA para América Latina y el Caribe, Jaime Vallaure, quien afirmó que Guatemala, con un 64% del total, es el país de la región que concentra la mayor cantidad de menores desnutridos, con 1.038.128.
Honduras, El Salvador y Nicaragua son los otros tres países centroamericanos con más niños desnutridos ya que aglutinan, respectivamente, el 14%, el 9% y el 8% de los niños que padecen hambre en la región, lo que suma 513.639 menores.
"La desnutrición crónica es una patología, una consecuencia física que sufre el niño que ha pasado episodios de desnutrición aguda durante el embarazo de la madre y los dos primeros años de su vida", explicó a Efe el director regional adjunto del PMA.
Esta carencia provoca un déficit en la talla física del menor e impide un pleno desarrollo de su cerebro, situación que afecta el resto de la vida de las personas y que, en los casos más graves, provoca que no puedan acceder a los conocimientos superiores, como la comprensión de las matemáticas o la filosofía.
Según cifras del PMA, en 2009 los países con más prevalencia de desnutrición crónica en menores de cinco años en su población son Guatemala, con un 49%; Honduras, con un 25%; El Salvador y Panamá, ambos con un 19%; Belice, con un 18%; y Nicaragua, con una prevalencia del 17%.
La nación que se desmarca más de la región es Costa Rica, con un 6% de menores que sufren esta patología, lo que representa 6.480 niños desnutridos.
Los principales retos de Centroamérica para afrontar este flagelo son, según Vallaure, que "la sociedad, el Gobierno y las personas responsables de la administración pública sean conscientes de las consecuencias terribles que tiene la desnutrición en la vida de una persona" y que la niñez latinoamericana reciba "atención urgente e inmediata" que le facilite el acceso a los alimentos.
Para el director adjunto del PMA, aparte de las consecuencias de los desastres naturales, la desnutrición tiene causas estructurales "muy difíciles de resolver".
Mencionó la falta de información nutricional que tiene la madre ya que, por ejemplo, "en muchas zonas de Centroamérica lo primero que se les da a los niños destetados son biberones de café".
También consideró que la curva de descenso en los indicadores de desnutrición crónica, tanto en Centroamérica como en Latinoamérica, "es demasiada plana", con lo que podrían "pasar años" hasta acabar con esta enfermedad.
En cuanto a la situación de crisis alimentaria que vive Guatemala, Vallaure subrayó que la ayuda internacional va a "reducir el impacto bastante", y servir para "apagar el fuego, pero las brasas seguirán ahí".
Según él, El Salvador ya está tratando la desnutrición y va a ser el primer país de Centroamérica en acabar con ella, pero Guatemala "no ha tomado esto como tema de Estado".
"En Honduras estamos haciendo esfuerzos muy grandes pero se nos han caído" debido a la crisis política que afronta esa nación, mientras que Nicaragua "es el país con más falta de estímulo gubernamental" y Panamá "va a entrar en una línea de mayor compromiso".
Aún así, Vallaure reconoció que actualmente mucha gente trabaja en el tema de la desnutrición, fuera y dentro de los Gobiernos y que, además, América Latina tiene "estructura y condiciones favorables para terminar con esta lacra del hambre infantil".