No sé si lo mejor será no leer las declaraciones del ex presidente Hipólito Mejía, debido a que, o es una jocosidad o una hipócrita información.
Sus afirmaciones de que se tira al ruedo político electoral por falta de oposición en el PRD, por la macroeconomía del país y por el Pacto Leonel-Miguel, me parecen una demagogia, además de querernos tomar por ignorantes o dementes.
Desea el Poder de nuevo porque le gusta, le quedó esa espinita dentro de su ser y, en el deseo de la otrora PPH, que no pudieron darle continuidad a un gobierno que estaba a la deriva dentro del partido y del pueblo dominicano que dijo: NO. Reincorporando al doctor Leonel Fernández a la actividad política nacional a tal magnitud que leemos con incredulidad cómo el pueblo dominicano está a la espera de sí o no se reelige. Un presidente derrotado en el año 2000 por el Partido Revolucionario Dominicano, entonces -¿no lo hizo tan bien del 1996-2000?
A este estado de-caudillismo transitorio-nos llevó el ex presidente Mejía y sus ex funcionarios, por pura ambición de querer imitar a la derecha tradicional.
Quiere reencarnarse incluyendo a los mismos actores y actrices, la Parte II del Gobierno de Hipólito Mejía. Donde ya hasta tienen las distribuciones de los cargos y puestos del Estado y de su supuesto Gobierno; para eso quieren volver, repetir con más fe su nefasto comportamiento y accionar público.
Si no fuera porque entiendo que tanto las bases del partido como el pueblo dominicano están cansados, primero de estar ocho años en la oposición por los efectos devastadores del período 2000-2004 y luego atrapados por un liderazgo disfrazado de un balaguerismo Parte VII, cuya obra la resume uno de sus serviles como “ La Constitución de Leonel y el Metro de Santo Domingo”.
Nos merecemos un mejor destino los dominicanos. Merecemos inundar el país de invernaderos. Cuentas claras en los gastos y préstamos que se realizan a nombre del país y que todos(as) sabemos que con cada uno de ellos es una herencia financiera para que quede inutilizado el próximo gobierno entre las llamas de las deudas y descrédito internacional de una gestión mal administrada.
De modo que, señor ex presidente Hipólito Mejía, su postura de corderito y de pecador arrepentido no le va a sumar votos, luche por ganar la convención del partido sustentándose en otras motivaciones más olvidadiza u olvidada para la militancia perredeísta.
Si en verdad fuera un líder político institucional, estuviera brindándole apoyo al ingeniero Miguel Vargas, a través de charlas, encuentros, conferencias y el face to face, explicándole a la militancia y al pueblo dominicano lo dañino que es para un país como el nuestro con una democracia frágil, la reelección presidencial.
Ahí sí le brindara a Usted todos los honores de un estadista y líder político del Siglo XXI.
Madrid-España